jueves, 10 de diciembre de 2009

POLEA O LUGAR DE SACRIFICIOS

Polea del santo oficio en Cajamarca

Cajamarca cuenta con muchísimos atractivos turísticos, que actualmente son desconocidos por la mayor parte de moradores; es así, que la bella ciudad del Cumbe, ostenta el atractivo turístico desconocido, llamado “Polea del Santo Oficio” o “Polea de los Sacrificios”. Se ubicaba en la parte superior de la pared del antiguo hospital de Nuestra Señora de la piedad (actualmente conocida como hospital de Belén), en la actual calle o jirón Junín, se ubica exactamente muy cerca a la puerta de ingreso donde fue antiguamente la morgue.
Según versión de algunos vecinos y tradición, afirman que esta polea, era empleada, frecuentemente en la época Colonial, y con mayor incidencia en el Virreinato, para castigar y ahorcar a los indígenas que eran calificados como herejes. Sin embargo, muchos discrepan con estas versiones; puesto que, se cree que los comisarios del Santo Oficio remitían su sentencia al Tribunal de la Santa Inquisición que se encontraba instalada en la ciudad de Lima, lugar donde se le aplicaba el castigo más severo, o definitivamente era ajusticiado a la pena de muerte.

Otras versiones, manifestadas por vecinos cajamarquinos, revelan que esta polea, fue colocada exclusivamente para castigar con la sobresaliente pena a los colonos que cometían alguna falta o se negaban a servir en los trabajos de la mita y de las encomiendas.

Es así que Tristán Ravines en su obra “Cajamarca. Antología de lecturas” manifiesta “Pero sea cual fuere el enigma que guarda dicha polea, creemos necesario conservarla cuidadosamente como una reliquia histórica que ha perpetuado la tradición y que hace enigmática y misteriosa su presencia en esta bella tierra del Cumbe” (Tristán 1989, pág. 158)

lunes, 23 de noviembre de 2009

QUE SIGNIFICA SER CHOLO

CHOLO EN EL PERU
PATRIMONIO CULTURAL
PATRIMONIO Y ARQUEOLOGIA

EL TRÁFICO ILÍCITO DE BIENES CULTURALES EN EL PERÚ

EL TRÁFICO ILÍCITO DE BIENES CULTURALES EN EL PERÚ
I Introducción
El trafico ilícito de bienes culturales (1) es un problema que crece día a día, el Perú poseedor de una vasta riqueza cultural, ve como su patrimonio cultural es afectado seriamente por este flagelo. En el presente artículo se glosaran las principales normas jurídicas pertinentes, desde el año de 1822 hasta la actualidad, asimismo se analizara brevemente el tratamiento jurídico que en el Perú se da a dicho tema.

II Antecedentes legislativos
2.1 Decreto Supremo N° 89 del 2 abril de 1822

Suscrito por Torre Tagle por orden de Bernardo de Monteagudo.

Esta norma es el primer precedente jurídico que ubicamos en el Perú Republicano de protección del patrimonio; establece expresamente que los monumentos que quedan de la antigüedad del Perú son propiedad de la Nación, pudiendo circular libremente dentro del país, contando el gobierno con el derecho de prohibir su exportación. La extracción de piedras minerales, obras antiguas de alfarería, tejidos y demás objetos que se encontraban en las huacas fue absolutamente prohibida. El Gobierno podía otorgar licencia con propósitos de utilidad pública y sancionar el incumplimiento de esta disposición con la pérdida de la especie y una multa de 1000 pesos, asimismo encargaba a los funcionarios de aduanas velar por el cumplimiento de lo anteriormente prescrito.

2.2 Decreto Supremo 433 del 3 de junio de 1836

Suscrito por el Presidente Provisional del Perú Luís José Orbegoso por orden de Mariano de Sierra

Se declara vigente la prohibición de extraer minerales y antigüedades en los términos del Decreto Supremo 89 del 2 de abril de 1822. Aunque de manera tangencial, se refiere a la licitud de la transferencia de los bienes culturales (artículo 8º).

2.3 Decreto Supremo del 27 de abril de 1893

El Estado, considerando que las exploraciones realizadas en huacas y ruinas se han llevado a cabo sin orden, prohibió excavar en huacas, fortalezas y templos, sin licencia, asimismo declaró por primera vez como monumentos, a las antiguas construcciones anteriores a la conquista y de interés publico su conservación.

Crea la Junta Conservadora de Antigüedades Nacionales, a la que encarga la atribución de entregar licencia para poder excavar en huacas, asimismo se dispone que todos los objetos que se encontraren, pertenecerán al que solicita la licencia, teniendo éste la obligación de entregar al Estado un duplicado de cada uno de los objetos que descubra o copias fotográficas de los que no se tuviese similares.

2.4 Decreto Supremo N° 2612 del 19 de agosto de 1911

Establece que son de propiedad del Estado todos los objetos que se encuentren en asentamientos arqueológicos, prohíbe toda exportación de antigüedades, mientras el Congreso no dicte las leyes sobre la materia, salvo para el caso de duplicados.

Establece que cada vez que se conceda licencia para realizar excavaciones o estudios se nombrará un interventor que en representación del Gobierno vigilará que se verifiquen los hallazgos.

2.5 Decreto Supremo del 11 de junio de 1921

Esta norma prohíbe en absoluto, la extracción, destrucción y exportación de los monumentos arqueológicos, asimismo precisa que el Gobierno podrá conceder autorización para extraer o exportar objetos del patrimonio cultural, únicamente a instituciones científicas del país o del extranjero, siempre que el trabajo se ejecute bajo la dirección inmediata de arqueólogos profesionales o de científicos de reputación internacional y bajo la vigilancia del personero que el Gobierno designe. Señala que los objetos extraídos con la autorización del Gobierno serán debidamente registrados.

Dispone el decomiso de todo objeto o colección arqueológica que se pretenda extraer del país sin el permiso respectivo y que las personas que ordenen, ejecuten o cooperen a la extracción, destrucción o exportación clandestina de objetos arqueológicos sufrirán a juicio del Gobierno la imposición de una multa.

2.6 Ley Nº 6523 del 19 de febrero de 1929

Norma sobre la protección de bienes de la época colonial, encarga al Patronato de Arqueología Departamental de Cusco, la conservación y vigilancia de los monumentos, obras de arte, pintura y demás de la época colonial

2.7 Ley Nº 6634 del 13 de junio de 1929

Esta ley es particularmente importante en la historia del Perú, establece expresamente que es propiedad del Estado los monumentos históricos existentes en el territorio nacional anteriores a la época virreinal. Disponiendo que el derecho de la Nación sobre dichos monumentos es inalienable e imprescriptible.

Dispone que pertenecen al Estado los restos humanos, tejidos, artefactos de madera, oro, plata, y demás objetos de cualquier otra naturaleza y aplicación, contenidos en los monumentos históricos, aún cuando se descubran o extraigan de terrenos de propiedad privada, y que son de dominio privado los bienes culturales muebles descritos anteriormente, que a la promulgación de la presente ley se encuentren en poder de particulares.

Una disposición que encontramos de vital importancia es que no están permitidas las excavaciones o exploraciones en yacimientos arqueológicos que no cuenten con las autorizaciones respectivas, bajo pena de multa o responsabilidad penal. Las autorizaciones para realizar trabajos de exploración y extracción en los yacimientos arqueológicos corresponden cuando lo soliciten las corporaciones científicas nacionales y extranjeras o personas naturales nacionales o extranjeras, previo informe del Patronato Nacional de Arqueología.

Otra de las disposiciones de esta ley es la prohibición de exportar objetos arqueológicos, sean de propiedad privada o pública, sancionando al sujeto que realice directa o indirectamente exportaciones clandestinas con pena del decomiso del bien cultural y además con multa.

En cuanto a las traslaciones de dominio, establece que podrán efectuarse después de inscritas las antigüedades precolombinas y se consignarán para su validez en el mismo registro. Los objetos que no se hayan inscrito durante el transcurso del año, contado desde el día en que se abre el registro, se reputaran de propiedad del Estado. Dispone asimismo que el Gobierno al expedir el reglamento para la ejecución de la presente ley, determinará la forma en que deben realizarse las inscripciones en los departamentos fuera de Lima y del Callao, cuidando que se centralicen todas ellas en un Registro General.

2.8 Resolución Suprema Nº 689 del 28 de mayo de 1931

Establece en el Museo Nacional el registro de especies arqueológicas a que se refiere la Ley N° 6634, otorgando un año improrrogable para que tenedores o poseedores de objetos peruanos de la época precolombina, proceden a inscribirlos en el mencionado registro, los bienes no inscritos se reputaban como propiedad del Estado.

Por otro lado, esta norma prescribe que las traslaciones de dominio de objetos arqueológicos deberán ser inscritas en el respectivo registro y sin este requisito la traslación de dominio carecerá de validez.

Se establece el derecho de retracto por parte del Estado, y que los poseedores de especies precolombinas quedaban obligados a dar aviso al Patronato de su jurisdicción, de toda transferencia que pretendan realizar, no pudiendo perfeccionar la transferencia sino a transcurrido un plazo de 15 días.

La exportación que autorice el Patronato Nacional de Arqueología es válida, y sólo podrá referirse a especies debidamente registradas en la categoría de duplicados o multiplicados, quedando prohibida la salida al extranjero de especies consideradas únicas. Finalmente señala que el no registro acarreará la imposición de multa.

2.9 Decreto Ley N° 7212 del 2 de julio de 1931

Considerando que la Ley N° 6634 se refiere a la conservación de monumentos antiguos, de la época precolombina, y la Ley N° 6523, confiere al Patronato del Cusco el cuidado de los bienes del periodo del virreinato, y existiendo importantes restos de carácter histórico y artístico en toda la República, se decretó que el Patronato Arqueológico Nacional y los departamentales ejercerán supervigilancia y control sobre los monumentos virreinales peruanos.

Al advertirse un vacío en la Ley Nº 6634 en relación de los bienes de la época colonial, se buscó subsanarlo con este dispositivo.

2.10 Resolución Suprema N° 170 del 16 de abril de 1932

Considerando que las excavaciones y exportaciones de objetos precolombinos estaban terminantemente prohibidas por leyes y resoluciones en vigencia en dicha época, se dispuso que la policía estaba obligada a detener a los excavadores clandestinos, incautar las especies arqueológicas y remitirlas al Patronato Departamental correspondiente en provincias y en Lima al Museo Nacional.

Por disposición de esta Resolución Suprema, los administradores de las aduanas tenían la obligación de remitir información detallada de los objetos arqueológicos que ingresaban o se intenten retirar del país. Esta relación debía ser remitida al Museo Nacional, siendo responsables los funcionarios por la exportación clandestina de especies arqueológicas.

2.11 Resolución Suprema Nº 94 del 31 de marzo de 1933

Esta norma constituye el Reglamento de la Ley 6634, se encuentra dividida en seis títulos.

Bajo esta norma no estaba permitida la exportación de objetos arqueológicos, sin autorización previa y expresa del Gobierno, ya sean éstos de propiedad pública o privada, el incumplimiento tenía como sanción el decomiso de los objetos más una multa de 100 a 1000 soles.

2.12 Resolución Suprema de 3 de abril de 1945

Prohíbe la exportación de documentos originales que se relacionen con la historia del Perú.

2.13 Decreto Supremo del 27 de octubre de 1947

Se reglamenta la exportación de especimenes arqueológicos, señalando que la solicitud de exportación se presentará ante el Ministerio de Educación Pública, entregando los objetos que se desean exportar al Museo de Antropología y Arqueología, la Dirección del precitado Museo es quien determinará los bienes que son exportables.

Los objetos que pueden ser exportados, antes de salir del país, deben ser debidamente acondicionados y embalados por el Museo, siendo este último el único organismo estatal que podrá embarcar bultos que contengan especies arqueológicas, y deberá hacerlo por el puerto del Callao o por el Aeropuerto de Limatambo; en caso de requerirse el uso de otro puerto o terminal aéreo, se deberá autorizar mediante una Resolución Suprema.

De incumplirse el procedimiento señalado, las autoridades de Aduana decomisaran y remitirán al Museo todas las piezas que se traten de embarcar o que fueron embarcadas.

2.14 Decreto Supremo del 30 de mayo de 1950

Prohíbe la salida de objetos prehistóricos o históricos, inclusive documentos anteriores a 1821, mientras no pase el estado de reconocimiento motivado por el sismo del 21 de mayo de 1950; asimismo dispone que los documentos, bienes muebles e inmuebles de las mismas épocas, que a criterio del Patronato Departamental de Arqueología o de la Comisión Departamental del Consejo Nacional de Conservación y Restauración de Monumentos Históricos y Artísticos, son indispensables para la reconstrucción del Cusco, no podrán ser enajenados ni objeto de transacciones comerciales.

2.15 Ley 12956 del 20 de febrero de 1958

Esta Ley prohíbe exportar todo objeto de valor arqueológico o histórico, incluyendo las obras de arte que sean consideradas como integrantes del patrimonio cultural de la Nación, estableciendo la salvedad de que por Resolución Suprema se pueden otorgar permisos de salida pero solo para estudio y difusión de la cultura peruana; por otro lado establece el registro permanente a cargo del Patronato Nacional de Arqueología y el Consejo Nacional de Conservación y Restauración de Monumentos Históricos y Artísticos.

2.16 Ley 24047, publicada el 5 de enero de 1985

Ley General de Amparo del Patrimonio Cultural, Derogó a la Ley Nº 6634, la misma que había tenido una larga vigencia desde 1929.

Esta ley no contempló a los bienes bibliográficos y archivísticos, los mismos que estuvieron bajo los alcances del Decreto Ley Nº 19414 - Ley de defensa, conservación e incremento del patrimonio documental de 16 de mayo de 1972 y su Reglamento, aprobado por el Decreto Supremo 022-74-ED del 29 de octubre del 1975 y por la Ley 25325 que crea el Sistema Nacional de Archivos del 11 de julio de 1991, entre otros.

Sancionaba con multa y decomiso de los bienes culturales cuya exportación se intente sin el Certificado del organismo competente que descarte la presunción de ser un bien del Patrimonio Cultural de la Nación o que, autorice su salida, en el caso contrario.

III Tratamiento actual del tráfico ilícito de bienes culturales en el sistema jurídico peruano
Al tratar este tema es necesario aclarar algunos conceptos:

3.1 Actividades calificadas como trafico ilícito de bienes culturales

De forma general, se entiende por tráfico ilícito de bienes culturales las siguientes actividades:

• Exportación ilícita de bienes culturales del territorio peruano.
• Importación ilícita de bienes culturales al territorio peruano.
• Transferencia de propiedad ilícita de bienes culturales dentro del territorio peruano.

3.2 Cualidad cultural de un bien

Es preciso establecer que es aquello connatural al bien cultural que lo diferencia del resto de bienes, es decir ¿cuando un bien es considerado cultural?

El sustantivo bien, etimológicamente proviene de los vocablos latinos “bescas-eare”, que significa acción de hacer feliz y dar utilidad. Por ejemplo, ¿que es aquello inherente a un “aribalo inca” (2) que lo diferencia de un encendedor marca Zippo?

Tanto el aribalo inca como el encendedor marca Zippo tienen en común que el mercado les asigna valor económico y que las personas puede ostentar algún derecho real sobre ellos, pero solamente el primero de ellos posee valor cultural, es decir tiene importancia, valor y significado, arqueológico, histórico, etcétera, y es por estas características, es que se le presta una protección jurídica especifica.

Siguiendo con el ejemplo, para enajenar el encendedor marca Zippo, deberé respetar las normas de Derecho Civil, las reglas de la Libre Competencia entre otras, pero además, para enajenar el aribalo inca, tendré que cumplir con otras obligaciones legales, como registrar el bien cultural en el Instituto Nacional de Cultura y antes de venderlo, comunicar a la misma institución la intención de dicha acción bajo sanción de nulidad, dado que el Estado peruano tiene derecho de preferencia en la transferencia onerosa de bienes culturales.

En el Perú el tema del patrimonio cultural, esta regulado de manera especifica por la Ley Nº 28296 (3) , la misma que en sus artículos II y III del Titulo Preliminar, señala que el patrimonio cultural está conformado por bienes expresamente declarados y por aquellos respecto de los cuales opera la presunción legal, la que queda sin efecto por declaración expresa del Instituto Nacional de Cultura.

3.3 Exportación ilícita de bienes culturales del territorio peruano

En principio, los bienes culturales ya sea los declarados o aquellos respecto de los cuales opera la presunción legal de serlos, de acuerdo al articulo 33° de la norma arriba indicada, no pueden salir del Perú, salvo las excepciones establecidas por ley, como se indica en el articuló 34°, las mismas que son:

• Por motivos de exhibición con fines científicos, artísticos y culturales.
• Estudios especializados que no pueden se realizados en el país.
• Restauración que no pueda realizarse en el país.
• Por viajes de Jefes de Misión, Cónsules o Diplomáticos acreditados, por el plazo que dure su permanencia en el exterior.

Esto significa que únicamente cuando nos encontremos en los supuestos planteados anteriormente (los mismos que son numerus clausus), los bienes culturales previo pronunciamiento de los organismos competentes, podrán salir del país. Para lo cual es requisito la opinión previa del organismo competente (4) , así como la contratación de una póliza de seguro “clavo a clavo” contra todo riesgo a favor del propietario.

La autorización de salida se da mediante Resolución Suprema la misma que es firmada por el Presidente de la Republica por un periodo máximo de año, prorrogable por igual periodo por una sola vez.

Las solicitudes de salida de bienes culturales con fines de exhibición ú otros, a que se refiere el artículo 34º de la Ley Nº 28296, deben ser tramitadas ante el Instituto Nacional de Cultura, cumpliéndose con los requisitos establecidos en el Texto Único de Procedimientos Administrativos de esta Entidad (Decreto Supremo Nº 022-2002-ED del 26 de agosto de 2002).

3.4 ¿La salida ilícita del Perú de bienes culturales esta sancionada?

El sistema jurídico peruano trata este tema desde una doble perspectiva:

3.4.1 Derecho Administrativo

La salida ilícita de bienes culturales tiene como sanción administrativa la pérdida de propiedad a favor del Estado Peruano, excepto los bienes culturales robados o hurtados a propietarios que acrediten fehacientemente su titularidad.

El intento de salida ilícita de bienes culturales, tiene como sanciones, el decomiso o multa.

Para proceder con las sanciones anteriormente señaladas se ha de cumplir con los principios del procedimiento administrativo sancionador contemplados en la ley N° 27444 (Ley del Procedimiento Administrativo General)

3.4.2 Derecho Penal

En el código penal peruano (5) se tipifica la salida ilegal de bienes culturales, teniendo en cuenta un criterio cronológico:

3.4.2.1 Bienes culturales prehispánicos

Tanto la salida de bienes culturales prehispánicos, así como el no retorno de los mismos de acuerdo a la autorización concedida, son pasibles de pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de ocho años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días multa.

Es necesario precisar que este tipo penal se aplica a los bienes culturales arqueológicos declarados, como a aquellos, respecto a los cuales opera la presunción legal de serlo

3.4.2.2 Bienes culturales distintos a los de la época prehispánica

La salida de bienes culturales, previamente declarados distintos a los de la época prehispánica, así como el no retorno de los mismos de acuerdo a la autorización concedida, son pasibles de pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cinco años y con noventa a ciento ochenta días multa.

Debemos considerar que este tipo penal solo es aplicable a los bienes culturales distintos a los de la época prehispánica, que se encuentren declarados expresamente como tales.

Es necesario precisar que el intento de salida ilegal de bienes culturales del Perú, esta regulado por la figura jurídica de la tentativa, regulada por el código penal.

Como se puede apreciar el Estado peruano en uso de su jus puniendi, aborda dentro de su legislación interna el problema del tráfico ilícito de bienes culturales desde una doble perspectiva (administrativa y penal), sin embargo, con esto no se agota el sistema de protección, dado que contamos con cuerpos normativos supranacionales.

3.5 Importación ilícita de bienes culturales al territorio peruano

En el Perú, el intento de introducir bienes bienes culturales de otros países, esta sancionado con multa o decomiso.

3.6 Transferencia de propiedad ilícita de bienes culturales dentro del territorio peruano

Los bienes culturales dentro del Perú pueden ser transferidos, pero cumpliendo los requisitos señalados por ley, para lo cual se deberá registrar el bien cultural ante el organismo competente y antes de transferirlo, comunicar a la misma institución la intención de dicha acción bajo sanción de nulidad, dado que el Estado peruano tiene derecho de preferencia en la transferencia onerosa de bienes culturales.

No se puede transferir bienes culturales a personas condenadas por delitos contra el patrimonio cultural, durante el tiempo que dure su condena; asimismo, si existen bienes culturales que forman una colección o están vinculados entre sí, no se podrán transferir separadamente, salvo autorización expresa del ente competente.

3.7 Normas de carácter supranacional que forman parte de nuestro ordenamiento jurídico

Existen tratados internacionales de los cuales el Perú es parte y que integran el sistema jurídico peruano, los cuales tratan el tema del tráfico ilícito de manera prolífica, algunos de los cuales son:

3.7.1 Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la exportación y las transferencias de propiedad ilícitas de bienes culturales (Convención de UNESCO de 1970).

Esta Convención entro en vigor para el Perú el 24 de enero de 1980, la misma que contiene una amplia definición del patrimonio cultural, dado que considera como bienes culturales no solo a monumentos, edificios, sino también a la flora y fauna, objetos de interés paleontológico, manuscritos, etcétera.

Al no ser las disposiciones legales dadas por la Convención de UNESCO de 1970, lo suficientemente específicas, la UNESCO pidió a UNIDROIT(6) confeccionar normas a fin de completar la precitada Convención.

3.7.2 Convenio de UNIDROIT sobre los bienes culturales robados o exportados ilícitamente

El Convenio de UNIDROIT fue abierto a firma en Roma el 24 de junio de 1995, el Perú lo ratifico el 5 de marzo de 1998.

Las disposiciones del Convenio de UNIDROIT, a diferencia de lo estipulado en la Convención de UNESCO de 1970 considerando un escenario internacional, contempla la posibilidad, que las acusaciones sobre tráfico ilícito de bienes culturales, sean resueltas en los sistemas legales de cada estado parte.

3.7.3 Decisión 588

Este cuerpo normativo es aplicable para los países que son parte de la Comunidad Andina, y sustituye la Decisión 460 sobre la protección y recuperación de bienes del patrimonio cultural de los países miembros de la Comunidad Andina.

La precitada Decisión, de acuerdo a lo estipulado en su artículo 15, entro en vigencia el 16 de julio de 2004, momento en el que se publico en la gaceta oficial del Acuerdo de Cartagena.

Una de las innovaciones de este cuerpo normativo es la creación del Comité de Lucha contra el Trafico Ilícito de Bienes Culturales, el mismo que servirá como órgano técnico sobre temas referidos a la Protección y Recuperación de Bienes del Patrimonio Cultural.

IV A manera de epilogo
El sistema jurídico peruano, que es principalmente positivo, en lo referido al patrimonio cultural, es definitivamente perfectible, asimismo, no es posible para el Estado peruano implementar un sistema de tutela contra el tráfico ilícito de bienes culturales que sea total y absolutamente eficiente, por lo que la colaboración de la ciudadanía en esta labor es muy importante, teniendo todos los peruanos la obligación de proteger nuestro patrimonio cultural por constituir parte de nuestra identidad; la protección del legado de sociedades pasadas hoy en día constituye una acción conjunta de la sociedad civil.

CITAS
(1) Para el presente trabajo se utiliza la categoría de bien cultural como sinónimo de bien integrante del patrimonio cultural de la Nación.

(2) Arybalo, vasija o ánfora inca denominada así por la semejanza con la forma creada por los Griegos

(3) Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, vigente desde el 23 de julio de 2004.

(4) En el Perú los organismos competentes en el tema del Patrimonio Cultural son el Instituto Nacional de Cultura, la Biblioteca Nacional de Perú y el Archivo General de la Nación.

(5) Código Penal Peruano, Decreto Legislativo N° 635 vigente desde el 26 de abril de 1991.

(6) UNIDROIT (Instituto Internacional para la Unificación del Derecho Privado), es una organización intergubernamental con sede en Roma.

viernes, 20 de noviembre de 2009

EL DESENCUENTRO EN CAJAMARCA

477 años del desencuentro de dos mundos

El domingo se conmemoró los 477 años de la llegada de los españoles a Cajamarca, fecha que ha pasado casi desapercibida hoy que vivimos en un mundo globalizado y en donde las urgencias cotidianas no nos permiten un momento para la reflexión. Cajamarca desde entonces ha cambiado mucho, hoy es una ciudad que surge entre el turismo y las nuevas empresas mineras de su periferia. A continuación un breve recuento:
Firma de la Capitulación de Toledo

El 26 de julio de 1529 se firmó la Capitulación de Toledo, mediante la cual la corona española autoriza la conquista de las tierras descubiertas, por consiguiente, en Panamá se prepara la tercera expedición hacia el Perú. En setiembre arriban a la isla de Puná, para finalmente llegar en abril de 1532 a las costas de Tumbes.

Para Pizarro no era estratégico desde el punto de vista militar quedarse en el litoral, es por ello que decide ir en busca del Inca Atahualpa. El 15 de noviembre de 1532, el conquistador Francisco Pizarro llegó hasta la actual plaza de armas que, por entonces, era triangular. Allí esperó a Atahualpa, el último monarca de la dinastía inca, quien se encontraba reposando en los ahora llamados Baños del Inca.

EL DESENCUENTRO. Al día siguiente, Atahualpa hizo su ingreso a la plaza en medio de una multitud y un aparato ceremonial esplendoroso. Lo recibió el padre Vicente Valverde, quien le mostró una Biblia. Atahualpa arrojó el libro sagrado al suelo porque no entendía de qué se trataba y, entonces, los soldados españoles irrumpieron en la plaza infligiendo una aplastante derrota al ejército imperial que huyó despavorido ante la sorpresa que provocaron las armas de fuego y las caballerías.

EL JUZGAMIENTO. Atahualpa fue juzgado como hereje y condenado a morir ahorcado, aunque esa pena le fue conmutada por la del garrote. Atahualpa se dio cuenta de la ambición de los castellanos; en el cuarto donde estaba preso se empinó y estirando el brazo hacia arriba, le ofreció a Pizarro comprar su libertad llenando ese cuarto de oro y los dos contiguos de plata, hasta donde alcanzara su brazo.

Atahualpa pagó el rescate, pero de todos modos, murió bajo la pena del garrote cuando el sol entraba en el ocaso, y el imperio de los incas también. Como una sombría metáfora y una síntesis desesperada, al siguiente día empezaba una nueva historia: la del colonialismo español que duró 300 años. El Cuarto del Rescate es uno de los mayores atractivos cajamarquinos. Está cerca al Hospital de Belén, es un cuarto frío, severo, silencioso, que tiene 17 pies de ancho por 22 de largo, en impresionante coincidencia con el relato de los cronistas de la época.

EN LA ACTUALIDAD

La ciudad fue trazada sobre una planicie aunque hay algunas calles empinadas llenas de recuerdos coloniales. Las iglesias son asombrosas. La Catedral en la plaza de armas fue construída en el siglo XVII y muestra una fachada impresionante donde lo más notable es la sobriedad arquitectónica resaltada por la piedra de origen volcánico de que está hecha. Tiene cinco campanas en sus torres inconclusas, fundidas al comenzar el siglo XVIII; en las naves se pueden admirar las imágenes de la Virgen del Carmen, el Señor de la Buena Muerte y nuestros santos peruanos: Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres.

La Iglesia de San Francisco situada en la misma plaza “es esbelta y arrogante”, según calificativo del historiador Aurelio Miró Quesada. Fue construida en 1687 y vale la pena acercarse a admirar las imágenes de piedra y los ángeles con trompetas que adornan las hornacinas.

La Capilla de la Virgen de los Dolores es la que sugiere mayor devoción de los cajamarquinos quienes no se cansan de admirar a Jesucristo y los 12 Apóstoles tallados en piedra en alto relieve. También son dignas de visitarse la Iglesia de la Recoleta, la de San José y, sobre todo, la Iglesia de Belén, junto al colegio del mismo nombre, la cual ostenta hermoso frontispicio labrado, mientras al interior se lucen pétreos adornos pintados de rojo, amarillo, azul, una especie de incitante muestrario de policromías.

Es importante notar que muchas de estas iglesias tienen sus torres inconclusas. La tradición dice que no las terminaron porque era una manera de evadir el pago de impuestos al gobierno. Estos sólo eran pagados cuando se terminaban las obras, lo que indicaría que ya por entonces, habían nacido los evasores de impuestos

LA INGENERÍA INCA

BAÑOS DEL INCA. Un atractivo turístico de primera categoría lo constituyen los Baños del Inca. Ya indicamos que Pizarro llegó a la ciudad cuando Atahualpa se encontraba tomando sus baños medicinales en unas pozas donde se mezclaba el agua caliente sulfurada y el agua fría potable. El cronista Pedro Pizarro escribió que allí había “dos caños de agua caliente y uno de agua fría”. Los visitantes pueden bañarse en piscinas temperadas en un lugar apacible donde se ve cómo el agua hirviente brota del fondo de la tierra. En los Baños del Inca hay dos lugares conocidos como “El tragadero” y “Los perolitos”, donde se puede fácilmente cocer huevos.

LA CAMPIÑA. Cerca a estos baños, la campiña es espectacular. Las retamas de flores amarillas, los eucaliptos altos y olorosos, el cielo de azul intenso y nubes que parecen manadas de blancas ovejas distraídas, conforman paisajes dignos de un pintor naturalista del medioevo.

SANTA APOLONIA. En el cerro de Santa Apolonia se encuentra, la llamada “Silla del Inca” de gran interés turístico. Pero, además, se conserva la tradición de que de aquí parten subterráneos que atraviesan la ciudad. Hay quienes afirman que en las noches se escuchan ruidos en el fondo de la tierra como si se tratara de grandes batallas, choque de sables, estruendo de cañones. Lógicamente, es parte de la fantasia popular.

CUMBE MAYO. Sin embargo, más admirable es todavía el acueducto que nace en el cerro Cumbe, llamado el Cumbe-mayo a unos 20 kilómetros de la ciudad y a unos 3,600 metros sobre el nivel del mar. Representan trabajos hidráulicos que concitan la admiración de los científicos porque, además de estar labrados sobre la roca viva, no son rectos sino delineados en zigzag, con ángulos rectos, cuya finalidad habría sido amenguar la velocidad de las aguas. De esta manera, a pesar de que están bajando, se ve que discurren con mansedumbre. También la leyenda se extiende a este lugar lleno de petroglifos y litogrifos, cuando se afirma que de aquì parten caminos subterráneos que llegan hasta el Cusco.

VENTANILLAS DE OTUZCO. A unos cinco kilómetros de la ciudad se encuentran las famosas “Ventanillas de Otuzco” que conforman una gran necrópolis. Se trata de rectángulos horadados en la piedra que no eran sino tumbas pre-incas. El famoso historiador Julio C. Tello, en 1937, realizó expediciones especiales para estudiar estos importantes restos arqueológicos. Tello indicó que se tratarían de restos tiahuanacoides.

LOS CHINOS DESCUBRIERON AMERICA?

Los chinos descubrieron América

10 Oct, 2009

Esta es, por lo menos, la teoría sostenida por el británico Gavin Menzies en su fascinante libro “1421” que pone en cuestión la “verdad absoluta” del descubrimiento de América por Colón. Los que lo han leído saben que sostiene que en esa fecha la flota china, integrada por más de 100 barcos bajo el comando del almirante Zheng He, visitó las costas americanas.
70 años antes que el “encuentro de dos mundos” con Colón a la cabeza. Luego de bordear toda América, pasando por el estrecho de Magallanes, la triunfante expedición regresó a China sólo para constatar que el expansivo emperador Zhu Di había sido derrocado. Los descubrimientos de tan fabuloso viaje fueron, así, “archivados”. Varios asuntos vienen a cuento a propósito de esta teoría histórica: el eurocentrismo y la relatividad de la verdad.
Las visiones eurocéntricas de la historia son distorsionadas. Limitar la génesis de la interacción continental americana a 1492 es bastante discutible. No necesariamente porque sea exacto todo lo que sugiere Menzies, sino porque es evidente que para esa fecha había potencias –como China– que eran factores de poder en el mundo. La poderosa flota de Zheng He no conquistó América sino lo hicieron muy pobres y patibularios aventureros de Extremadura. Pero antes –como ahora– quienes miraban hacia un solo lado dejaron de ver parte importante de la realidad: la presencia asiática precolombina.
Esta tesis plantea, además, la necesidad de tener siempre la mente abierta y revisar verdades absolutas en base al contraste de información y visiones. No sé si la sugerente teoría de Menzis es correcta pero no cabe duda de que está basada en amplia investigación y en sólidos datos. Las “verdades absolutas”, así, acaban siendo bastante relativas y, con ello, para nada “absolutas”. Si el “blasfemo” Galileo hubiera sucumbido ante la “verdad absoluta” del oscurantista Vaticano de entonces (la tierra, “centro del universo”), nunca se habría avanzado en el conocimiento del mundo.
Esta reflexión tiene sentido en todo orden de cosas. Decisiones de Estado, por ejemplo, basadas en dogmas, simplificaciones y verdades absolutas son fuente de grandes tragedias. Desde la “dictadura del proletariado” hasta el neoliberalismo a ultranza que desmontó a los Estados, esas “verdades absolutas” no hubieran podido dar dos pasos si el análisis de la realidad y sus tendencias hubieran sido su referente. Volvemos, pues, a lo esencial: la tolerancia y el pluralismo son fundamentales para avanzar.

martes, 17 de noviembre de 2009

LA GUERRA CON CHILE TODO LO QUE SE NECESITA SABER

LA GUERRA CON CHILE

ALGO MAS SOBRE LA GUERRA CON CHILE. VERSION CHILENA

INFORMATICA EDUCATIVA

TEMAS QUE DEBE ABORDAR LA INFORMÁTICA EDUCATIVA:

De acuerdo a mi experiencia en el dictado de Curso de Informática, Informática Educativa, de Software Educativos y su uso, en niveles Secundarios y Superiores, les hago llegar mi propuesta de los temas que se podrian abordar en Informática educativa, puede que falta o sobre algo ud. son los llamados a coregirme.

TEMAS:

Definición de Informática Educativa.
Importancia.
Ventajas.
Desafíos de la Informática Educativa.
Áreas de Especialización de la informática educativa.
Pedagogía Informacional.
Teorías Psicopedagógicas en informática educativa.
Software Educativo.
Clasificación de los Software Educativos.
Tendencias.
Internet Educativo.
Educación Virtual.
Modalidades.
Tendencias.
Pizarras Digitales.
Mesa Educacional.
Portátiles.
Tipos.
Portátiles en la escuela.
Robótica Educativa.
Radio Educativa.
Proyectos de Radio Educativa.
Televisión Educativa.
Softwares Educativos:
Manejo de Softwares:
Derive.
Cabri.
Jclic
Logo
Web 2.0
Bloggs.
Evaluación y Características de Software Educativos.

Fuente : Mg. Alex Miguel Hernandez Torres. almiheto@hotmail.com. rpm. #882505

jueves, 12 de noviembre de 2009

MI RICA CAJABAMBA Y SU ÑUÑA






Capital de la Ñuña y Tierra de Dioses

Cajabamba es paisajista sin duda alguna, es un destino para la observación de la naturaleza en donde la biodiversividad se manifiesta para el desarrollo virtualmente ilimitado en el turismo de aventura y vivencial.
Lugares Turísticos
-Paisajes verticales en las quiebras de la Pacra Alto Puma-cama, el Chihuaycco y el Chontayo.
-Lagunas policromas como Yahuarcocha, Quengococha y la de Ushunday, gran posada de aves migratorias que atraviesan nuestro continente.
-Las cascadas de Cochecorral o Masmacocha, que en quechua significa graderías de agua. Cuenta con más de mil peldaños en roca calcárea con colores muy peruanos: rojo y blanco.
-La catarata de Shinshe, impresionante caída color plata, de cuyo cuerpo salpican miles de burbujas en turno incansable.
-Río Condebamba, discurre por el valle del mismo nombre, apto en toda su extensión para la práctica de canotaje. Posee en ambas márgenes aguas termales con bellísimos balnearios naturales.
-Zonas endémicas para la observación de pájaros, ideal para birdwatchers. Si usted es uno de estos aficionados, recorra las quebradas de Cajabamba, donde existe 17 variedades de picaflor, muchas de martín pescador, diminutas avecillas exóticas fuera del quien-quien y carpintero.
-Centros arqueológicos. Condorcucho, centro administrativo y ceremonial, el más importante del valle de Condebamba, allí vivió el 2º jefe de la alta jerarquía del señorío de los Huamachucos; Huamachuco o cerro del Halcón, complejo arqueológico de 18 hectáreas donde se encuentra la piedra del sacrificio. Acceso carrozable, a una hora de camino; Lugares de aventura: El Chivato, Lanla, Las delicias, Ponte y el rompe cabezas de titanes en Quengococha.

Calendario Turístico

Cajabamba, por su paradisíaca belleza, por lo benigno de su clima, por la bondad de su gente, por la hospitalidad de sus pobladores, y por su rico, singular y típico de sus costumbres y folklore, se la puede y debe visitar en cualquier época del año, ya sea para disfrutar de inolvidables días de vacaciones y descanso placentero, para extasiarse de su clima primaveral, su aire puro y fresco, de sus incomparables paisajes que, sin duda alguna, fortifican la salud física y espiritual, marcando huellas inolvidables en todos los que tenemos la dicha de respirar el perfume de su aire saludable.
Por todas estas razones, y con el fin de aportar datos que hagan más placentera su visita a la “Gloriabamba de Bolívar”, ofrecemos las actividades que se celebran en la provincia de Cajabamba durante el año.
Enero. La tradicional Bajada de Reyes y épocas de las pastoras (los cajabambinos celebran esta fiesta con danzas folklóricas de raigambre hispánico.
Febrero. El día 2 se celebra la fiesta de la Candelaria, generalmente en zonas rurales; el día 11, aniversario de su ascenso de provincia; el 14, Día de San Valentín y Día de la Amistad, se festeja con serenatas y actividades bailables; el día 20, se celebra el tradicional Carnaval Cajabambino con el desarrollo de diferentes actividades y tradiciones de la tierra de Cajabamba.
Marzo. Se inicia el día 20, Cuaresma, cinco domingos de procesiones del Crucifijo (bella talla del siglo XVII) y la tradicional Semana Santa, escenificando todos los actos de la pasión y muerte del señor Jesucristo.
Mayo. El 1, se celebra el Día de las Florecidas, (ancestral costumbre de amanecer en el campo, recogiendo flores silvestres y rodando en las pampas para mojarse con el “shullay” o rocío), iniciando el homenaje al día de San José Obrero y Fiesta de la Cruz.
Junio. Mes de los atardeceres de arrebol; el día 2, aniversario del colegio José Gálvez, con un programa especial; el día 24, homenaje al Día del Campesino, se desarrolla actividades en todas las comunidades de la jurisdicción de Cajabamba; el día 29, fiesta en el caserío de Parubamba, en homenaje a sus patrones San Pedro y San Pablo.
Julio. El día 16, Fiesta Patronal de Cauday, capital del distrito de Condebamba, festividad en honor a la Virgen del Carmen, caracterizada por sus danzas folklóricas (las pallas de Tangalbamba y los emplumados de Huarasullo), comidas típicas y sus bailes en torno a los ranchos. Este pueblo está distante a 6 kilómetros de Cajabamba (hay carretera y movilidad a cada hora); el día 28, Fiestas Patrias, demostración de civismo y patriotismo, la concentración general es en la Plaza da Armas, hay izamiento del Pabellón Nacional y desfile escolar con asistencia de autoridades y pueblo en general, posteriormente hay diversiones variadas.
Agosto. Época de las cometas en la Pampa Grande y época de las “mingas”. La minga es una costumbre ancestral de la trilla de trigo, cuyas “parvas” son escenario de “corredores” que con gritos estridentes azuzan a los caballos, mientras las “coperas”, chinas buenasmozas, reparten chicha en poto; el día 15, Fiesta de Machacuay, en honor a la Virgen de la Asunción, este caserío dista a 3.5 kilómetros, a donde se puede ir en combi; el día 25, Fiesta de Araqueda, festividad en homenaje a Cristo Pobre; el día 30, fiesta del caserío de Callash (tierra de fray Sebastián de la Cruz), en honor a Santa Rosa de Lima (caserío distante a 2.5 Km). En esta época también se celebra la festividad en los caseríos de Colcas y Malcas.
Setiembre. Primer domingo de setiembre, “Reseña en homenaje a la Santísima Virgen del Rosario”, Gran Parada del Gallardete en la Plaza de Armas, como símbolo de que ha comenzado la feria patronal; el día 8, fiesta en el caserío de Colcabamba, en honor a la Virgen. En esta festividad se puede apreciar a los incaicos del lugar, con los de Rumí Rumí, en franca competencia, se puede apreciar corridas de toros cuneros, los que son circo singular. Este caserío está a 4.5 kilómetros de Cajabamba, donde se puede ir en movilidad; el día 20, fiesta en Tacshana, en honor a la Virgen de los Dolores, a este lugar el público concurre a pie, a 1 kilómetro de Cajabamba; el día 24, fiesta en el Asilo de Ancianos de Lulichuco, en honor a la Virgen de las Mercedes, este lugar es muy pintoresco, a donde se puede llegar por carretera, a 3.5 kilómetros; el día 24, también se celebra la fiesta del caserío de Jocos, en homenaje a su patrona la Virgen de las Mercedes.
Octubre. El día 20 y primer domingo del mes, Fiesta Patronal de Cajabamba, en honor a la Virgen del Rosario, su programa abarca actividades desde el viernes anterior hasta el domingo de octava, donde se destaca su solemne misa y procesión, su lujosa y señorial danza de diablos, sus corridas de toros de casta, su concurso nacional de marinera, su festival de danzas folklóricas, sus bailes sociales, su feria agropecuaria, peleas de gallos y comidas propias del lugar. Esta es la festividad más vistosa y añorada de la provincia de Cajabamba. El último viernes del mes se celebra la Fiesta del Marcabalito, en homenaje al Señor de los Milagros. Destacamos este tradicional acontecimiento, aunque Marcabalito pertenece a la vecina provincia de Sánchez Carrión y el último día del mes la población cajabambina acostumbra salir de paseo al campo en unión de las amistades.
Noviembre. El día 1 se celebra el Día de Todos los Santos y de los Muertos, en este mes se destaca la costumbre del culto a los muertos, en la que todavía existen las “ofrendas” y los rezos de ritos ancestrales, mayormente, esta costumbre se celebra en los lugares rurales de la provincia.
Diciembre. Día 8, fiesta del caserío de Nuñumabamba, en honor a la Inmaculada Concepción de María, la población concurre por carretera, dista 7 kilómetros, en esta fecha también se celebra la fiesta del distrito de Cachachi, en honor a su patrona la Inmaculada Concepción; el día 25, Navidad del Niño Jesús, en la Plaza de Armas se escenifica un nacimiento vivo, así como la llegada de los Reyes Magos; el día 27, fiesta del distrito de Sitacocha, en honor a su patrona la Inmaculada Concepción de María; el día 31, fiesta de Año Nuevo, se celebra con quema de variados y vistosos muñecos por todas las calles de la ciudad. Hay diversos bailes sociales de despedida del Año Viejo.

BOLIVAR EN CAJABAMBA:

En 1824, el párroco de Cajabamba, don José Perea y coadjutores de la parroquia; don José Carbajal y don Nicolás Vereau, vinculados con el parentesco de varias familias cajabambinas y ayudados por el general José de la Mar, lograron desagraviar al Libertador, que desde su llegada a Cajabamba, estaba incómodo entre "godos " y "realistas", convenciéndolo por fin de la adhesión de Cajabamba a la causa emancipadora, por los 12 mil pesos reunidos, motivo por el cual Bolívar decide permanecer un tiempo en "Gloriabamba", por la excelencia de su clima que tan bien le asentaba a su organismo, pues se encontraba terriblemente afectado de tuberculosis.
Bolívar estuvo en Cajabamba los meses de Mayo y Junio, épocas de la "saca de papas" y las "trillas" de trigo, que traducen el colorido folklórico de Cajabamba.
En estos días, hubo fiestas, saraos y comidas en honor al Libertador; en la Pampa Grande, lugar a kilómetro y medio de Cajabamba, se estaba organizando una "saca de papas" , y el deseo de sus anfitriones era hacer participar a Simón Bolívar como invitado de honor.
En esa actividad estaba la flor y nata de las familias cajabambinas, resaltando entre las damas por su lozanía juvenil y deslumbrante belleza, doña Josefa Ramírez, a quien cariñosamente la llamaban Chepita y cuyo padre no obstante el notorio hispanismo de Cajabamba realista, era decidido partidario de la causa independista, al haber estado en comunicación secreta con Bolívar.
Las damas hacían derroche de galanura, distinción y lujo desbordante, ataviadas con amplias faldas armadas de crinolinas y categorías que llevaban el nombre de "sayas culecas", altas peinetas con tembleques o gusanillos de oro y perlas, las manos adornadas de joyas diamantinas, esmeraldas, zafiros, los riquísimos mantones de manila, las finísimas medias, los bordados de Holanda y los zapatos de rostro bajo, hechos de raso de seda con hebilla de oro, cubrían los delicados pies. Un boato colonial, rumboso y muy hispano que en Cajabamba de antaño fue proverbial.
Bolívar se encontraba con el general José de la mar y su Estado Mayor, todos con gran uniforme y mientras en la chacra los peones hacían centellear sus lampillas, hurgando el surco terroso y pródigo de tubérculos, los olores de fritangas de gran cantidad de cuyes y gallinas, patos, carneros infestaban el ambiente ala par que la bien preparada chicha de jora cajabambina circulaba en vajillas de plata repujada; irrumpiendo los sones de las arrebatadoras "zamacuecas" que suelen enredarse en los tobillos y obligan a matar el gusano que se agitan sobre los pies. El Libertador no pudo contenerse e invitó a bailar a la simpatiquísima Chepita Ramírez a bailar, el criollo anfitrión como tradicional es en Cajabamba, con personajes de consideración, pidió con voz multánime: solos... solos... y así fue.
El Libertador para actuar libremente se despojó de la histórica y victoriosa espada de caracas, que llevaba ceñida y la colgó en la rama de una planta de capulí y que cuyo tronco añoso y más que centenario se vé aún, en un solar del Norte del campo de aterrizaje; casa quinta que a fines del siglo XIX perteneció al señor David Figueroa, luego al señor José Espinoza y por fin a los señores Alcalde, cuyos herederos hasta ahora lo poseen.
En el baile comentado, sucede que a doña Chepita se le zafó el diminuto zapato raso, a trueque de lastimarse los delicados pies, siguió bailando, en afán de domar al indomable. El Libertador ante quien temblaba España y se prosternó la América toda, paró en seco, hincó rodilla en tierra y la calzó por su propia mano, abrochando la hebilla dorada.
Es la réplica fiel del Príncipe legendario, calzando los pies de porcelana de la bella Cenicienta.

• Según Genaro Ledesma Izquieta
Cuando Bolívar se entera que lo único y poco de caballería que quedaba en el Perú se hallaba en Cajamarca, este desembarca en Salaverry y toma el camino de herradura hacia Cajamarca, teniendo que pasar por Cajabamba, encantándole su paisaje y la maravilla de su clima, el aire v tibio de su clima, que le permitía respirar fácilmente, pues se hallaba infectado de tuberculosis. De lo que iba a estar sólo de paso se queda varios días,.
Una vez que pasó revista al batallón de caballería en la Pampa Grande, Bolívar es invitado a la casa aledaña, donde se realizaba una saca de papas, acto programado en honor a Bolívar para sellar con broche de oro tal acontecimiento. La banda de músicos va detrás de los invitados y se ubica en lugar propicio del patio. En dicho acontecimiento estaban las figuras principales de la sociedad cajabambina, destacándose la descollante presencia de Josefa Ramírez, admirada venústicamente como Chepita, vestida con el ajuar de una manola, cabello enrollado y sujetada a la cabeza por una peineta alta engastada en plata que le permitía lucir por los cuatro costados su rostro columbino y ojos grandes y vivaces, reveladores de una gran inteligencia y gran personalidad.
De lo que ocurrió allí nada está dicho, pues en función del resultado hay mucho para la fabulación... Bolívar al ingresar a la casa, hay un gran diluvio de flores, que de no ser por sus guardias, todas las jovencitas emocionadas se le hubieran prendido del cuello. Bolívar inspiraba emociones fuertes en las huestes femeninas. Bolívar desabrocha su casaca azul de laureles dorados y reposa en un tronco de capulí su espada, el árbol se encontraba en el centro del patio, convirtiéndose desde entonces en el árbol emblemático de la libertad.
Comienza a circular las papas recién extraídas de los surcos de enfrente, así como el molido rocoto con berenjena, más las hierbas aromáticas como el peyco y el huacatay. Entre papas y rocoto van colocando muchos platos de cecinas y chicharrones, también la espirituosa chicha de jora, el hidromiel de los cajabambinos. El invitados con su corte comen cual agricultores felices. los paladares gritan degustando como los pajaritos en los racimos de capulí, la dulzura del picante lo apagan con el contenido de las jarras que se llenan milagrosamente.
Bolívar pela con cuchillo la primera papa del mate y se la ofrenda en la boquita a la dulzura de Chepita, quien se ha quitado la estola por el calor; sus brazos y hombros son una perfecta obra de escultura... Luego viene el sazonado cabrito con yucas del valle de Condebamba. Para vencer los berrinches del cabrito, debería entrar a tallar el vino español, pero Bolívar decide brindar con chicha de jora, que su efecto y sabor sabe mejor que la lágrima de los viñedos.
Se levanta Chepita con un ramo de flores y se la ofrece al Libertador...Los oficiales encendidos por la pócima, reclaman al unísono:
¡Baile!... ¡Baile!... un joropo venezolano
El joropo se danza en pareja. La banda de músicos de Araqueda empieza a tocar los sones, Bolívar se pone de pié y saca al centro del patio terroso a la glamorosa Chepita.
En el furor del zapateo, ¡oh, desgracia!, se le zafa uno de sus zapatos a la ya ganada Chepita y ella para no paralizar la danza, se saca el otro calzín y prosigue con más brío, retando a que el Libertador la persiga. Percibiendo Bolívar que su dama bailaba con los pies descalzos, que le aumentaba la sensación erótica, creyó que así era el baile y que siendo una derivación del joropo y del resto de músicas conocidas, lo venía a aprender en "Gloriabamba"; institucionalizándose desde esta tarde como el baile nacional de la libertad.




ALGO MAS DE CAJABAMBA:

LO QUE NO SE CONOCE DE CAJABAMBA OPINEN:




Restos Arqueológicos
La Pre Historia en Cajabamba no está muy bien definida por la falta de investigación arqueológica. Si bien es cierto encontramos vestigios pre incas con influencia de Cajamarca y Huamachuco, hallamos también restos que indican gran influencia inca y costeña.
Entre los lugares arqueológicos más importantes de la zona tenemos:
Campanorco
Lugar ceremonial a 45 minutos en la carretera Cajabamba-Lluchubamba. Muestra habitaciones cuadrangulares de piedra, aparentemente de influencia Wari, encontramos pasadizos y muros de contención alrededor de los edificios utilizando como base las formas naturales del terreno, en la entrada lateral junto a la planicie hay una rampa, al frente en la falda del cerro hay abrigos rocosos y muros.
Marcamachay
Marcamachay como su nombre lo dice es un pueblo de cuevas, en las mismas que se encuentran entierros de caracer ceremonial, hay gran proliferacióm de saqueos de cadaveres y ofrendas mortuorias.
En el valle de Condebamba probablemente hayan sitios aun por descubrirse y poner en valor, pero los restos hallados hasta el momento nos muestran una fragmentería de cerámica fina tipo Cajamarca, hecha en caolín blanco con decoración pictórica.
Existen otros lugares:
Condorcucho: Ubicado en el Valle de Condebamba y es un centro administrativo y ceremonial.
Huamanorco: Tambien llamado Cerro del Halcón, complejo arqueológico donde se encuentra la piedra del sacrificio.
El Castillo: Ubicado entre Cauday y Malcas, es una zona residencial, ambiente ritual.
El Pedregal : Se encuentra en Chichir, se le conoce como "Un pueblo entre las rocas"

Los ojos de Lanla
Manantiales de agua cristalina, a 2 km al oeste de la ciudad de Cajabamba, posiblemente formados por filtraciones subterráneas de la laguna de Quengococha y que luego de aflorar van a desembocar al río Lanla.
La Peña del Olvido
Imponente acantilado formado por un conglomerado de rocas que se encuentra a 1.5 km al oeste de la ciudad de Cajabamba, a la orilla derecha del río Lanla. Presenta una caída perpendicular de más o menos unos 80 metros, sirve de mirador, ya que desde ahí se aprecia parte del Valle de Condebamba; se ha hecho famosa porque allí se han suicidado varias personas.
Aguas Termales
Aproximadamente a 20 minutos de caminata desde la carretera Cajabamba-Cajamarca, en el valle de Condebamba se puede gozar de las aguas termales: Chichir, Oscol, Maramorco, Quina-Quina.
Las Cascadas de Coche Corral
También conocidas como Masmacocha, que en quechua significa graderías de agua, cuenta con más de mil peldaños en rocas calcáreas en colores: rojo y blanco, y estan precisamente en Coche Corral, yendo hacia la laguna de Yahuarcocha, de ahí salen sus aguas.
Pozas del Chivato Huayco
Caídas sucesivas de agua, que conforman siete pozas superpuestas, en medio de un paisaje natural de extraordinaria belleza, por sus peñas escarpadas y su abundante vegetación de higuerones y helechos son muy visitadas, por ser un excelente lugar para aquellos a quienes les gusta la aventura. El tiempo de caminata es aproximadamente 20 minutos, partiendo del centro de la ciudad, aunque parte del camino se puede hacer en carro
La Pampa Grande
Hermosa planicie a 2.5 km de distancia al noroeste de la ciudad, rodeada de hermosas fincas y chacras con cultivos de panllevar, ademas de numerosos bosques de eucaliptos. En este caserío se halla el llamado Campo de Aterrizaje, siendo tambien lugar de paseos y partidos de futbol; a un costado de este campo se encuentra el llamado "Capulí de Bolivar" donde la tradición cuenta que Bolivar colgó su polaca y sable para bailar una zamacueca con una dama cajabamabina Chepita Ramirez. Al lugar se llega caminando(30 minutos) o en carro(5-10 minutos), por la carretera Cajabamba - Cajamarca.
Capulí de Bolivar.
Callash
Hermoso caserío al suroeste de la ciudad, distante 5 km, constituye una meseta, que tiene la apariencia de un gran damero de ajedrez, por la distribución de las parcelas cuadrangulares; se caracteriza por el suelo rojizo y por su gente muy trabajadora en la fabricación de tejas. El acceso a este lugar es por carretera.
El Asilo
Acogedor paraje al pie de una colina en la falda sur del cerro Chochoconday, a 4 km de la ciudad de Cajabamba. Presenta modernas edificaciones, que sirven de local al asilo de ancianos desamparados de la provincia. Fue obsequiado por el ex-diputado Comandante Leoncio Martínez Vereau. Se llega a este hernoso lugar en carro, tomando un tiempo aproximado de 30 minutos.
El río de Condebamba
Este río baña el valle del mismo nombre, se llega a éste por carretera y tambien caminando, ideal para practicar la pesca y el canotaje, en época de invierno este río aumenta considerablamente su caudal, causando muchos problemas a la gente de la zona que necesita cruzarlo para trasladarse hacia la ciudad o hacia sus poblados de origen.
Complejo recreacional Gloriabamba
Ubicado en la Pampa Grande a un costado de la carretera que lleva a Cajamarca; cuenta con piscinas, canchas de básquetbol, voleibol, tenis, frontón, fulbito. Al lugar se llega caminando(30 minutos) o en carro(5-10 minutos). El ingreso es libre.
Lagunas
Las lagunas que existen en Cajabamba son aptas para la caza y la pesca (principalmente trucha y charcoca) y sirven también para realizar paseos en bote y canoas.
.La Laguna de Yahuarcocha está ubicada en las alturas de Cajabamba, en la "jalca" o puna tiene la forma de media luna rodeada de peñazcos y una extensa planicie, sus aguas son de color azulejo donde habitan truchas, patos silvestres y las huachuas. Para llegar a la laguna es mejor ir a pie, en una caminata de 2 a 3 horas cruzando Campana, Cabrero, Piedra Grande, El Batan, Piedra Huahua, Cueva del Muerto, Coche Corral, El Bado (trayecto en curva de aguas tranquilas antes de deslizarse a las Cascadas de Coche Corral), llegamos a Jalca Grande donde tienen sus Chozas los habitantes dedicados al pastoreo, esa zona es enorme y hormoza, cubierta por pastisales llamado HUALTE.
Quengococha
Esta laguna, cuyo nombre significa, Laguna torcida, da nacimiento al río Lulichuco o Lanla que mueve la central hidroeléctrica de Huayunga que provee de energía eléctrica a la ciudad en los casos de emergencia. El acceso es por carretera hasta la orilla misma de la laguna, el viaje dura aproximadamente 1 hora.
Ponte
Laguna ubicada al norte de la ciudad, cuenta con una inea sobre la cual se puede apreciar el paisaje y practicar la pesca de charcoca y carpa. La forma de acceso a esta zona es en carro(15`) o caminando(1 hora), queda al costado de la carretera hacia Cajamarca, el acceso es muy fácil.
Ushunday
Es posada de aves migratorias que cruzan el Continente Americano. Posee un ecosistema muy especial. Para llegar se emplea la carretera a Huamachuco, el tiempo de viaje es de aproximadamente media hora.
Chan
Aquí nace el río Ponte, para llegar a esta laguna es necesario caminar ya que no hay carretera que lleve al lugar, el tiempo de caminata es de 1 hora aproximadamente.
Fuente: Red Científica Peruana Copyright © 1994-2003 y contribución de
Ignacio Moreno Reyes

LA CHUNGA JUEGO PREHISPANICO

Desde épocas muy antiguas, los habitantes de nuestro planeta, buscaban distraerse de diferentes maneras; es así, que en Cajamarca, tenemos según información obtenida por los esposos Paulette y Henry Reichlen, el juego preincaico, conocida como “La Chunga”.
Es un juego infantil, que se utilizó según las crónicas escritas desde épocas precolombinas en todo el ámbito geográfico del Imperio Incaico y principalmente en la influencia de los Caxamarcas. Actualmente, todavía está considerado como un juego principal de los pobladores que habitan las zonas rurales o altoandinas de Cajamarca.
“Chunga”, es una palabra que viene directamente del quechua que tiene como significado el número 10. Pero, los niños mestizos de Cajamarca, de lengua española, ignoran el origen y el verdadero significado de un término que no corresponde aparentemente, a una cuenta del juego. Es así que encontramos en los escritos de Garcilaso las razones del empleo de esta palabra en un caso aparentemente inapropiado, afirmando “porque llaman chunga a cualquier juego, por que todos se cuentan por números, y porque todos los números se van a parar al deceno. Tomaron el número 10 por el juego; y para decir contemos por dieces o por números que es jugar. Esto he dicho para que se vea en cuan diversas significaciones se sirven aquellos indios de un mismo vocablo; por lo cual es muy dificultoso alcanzar de raíz las propiedades de aquel lenguaje” (Garcilazo, pág. 118).
Para jugar a “La Chunga”, se juntan entre dos o más niñas, con frijoles de colores, de los cuales siempre deben tener una provisión. Cada jugador elige su mico -el frijol más grande y de colores raros, para poderlo diferenciar de los demás- y una docena de tono uniforme (distinto para cada niña). Cuando cada niña ha elegido empieza el juego.
Según los escritos de Reichlen en el Folklore Americano (Contribución al estudio de los juegos en Cajamarca), sustenta que “Las jugadoras se sientan en el suelo, con las piernas cruzadas, (como los sastres). Una de ellas coge juntos su mico y sus 12 frijoles (13 en total), extiende la mano, con la palma hacia arriba y, con un movimiento rápido, lanza los frijoles al aire, y da vuelta rápidamente a la mano para que los frijoles caigan en el dorso de la misma. Los vuelve a tirar nuevamente para recibirlos en la palma. Se cuentan entonces los frijoles que hayan escapado a la chunga (acción de recibir sobre el dorso y la palma de la mano) y les toca el turno a las otras jugadoras para chungar” (Folklore Americano, 1968, pág. 88)
Admitamos que están jugando tres niñas. Por lo tanto, la que haya dejado escapar menos frijoles, cogerá los 26 frijoles de las niñas que hayan perdido más los 13 que le pertenecen, y los pondrá a todas en su mano para comenzar de nuevo a chungar. Aquí viene lo más difícil del juego, ya que después de haber hecho la chunga, no deben quedar en la palma sino los frijoles caídos durante la chunga, hasta que un frijol intruso (que no le pertenece) haya vuelto a caer en su mano, lo que le hace perder el juego aunque conserva lo que ha ganado. La siguiente toma su torno y continúa con el mismo procedimiento anterior, hasta tratar de recuperar todos los frijoles de su color. Si embargo, durante el juego, los micos (considerados como los jefes de los otros 12 frijoles) imponen las dos reglas siguientes: Primero, ninguna jugadora puede tener entre los frijoles de su color ningún mico ajeno, sino perderá el juego. Segundo, Si la dueña del mico ha podido sacarlo y retenerlo haciendo la chunga, puede apoderarse de un par de frijoles de su color. Pero, las jugadoras prefieren dejar su mico hasta el final del juego para dar a las otras más ocasiones de perder.

FELIPILLO Y SU REINVINDICACION

El arribo de españoles a tierras americanas, fue de cierta incertidumbre, asombro, fantasía y sobre todo temor. Es por ello, que encontrarse en tierras inhóspitas, con variados microclimas, vegetación, animales, cimas, valles, montañas, picos, mesetas entre otros era de honda preocupación para el general Francisco Pizarro y todo su séquito que le acompañaba fielmente en este descubrimiento. Además, en busca de la riqueza de los Incas, Francisco Pizarro navegó hacia el sur, a lo largo de la costa de Perú y una vez en Tumbes, la ciudad favorita de los Incas, Pizarro capturó a tres indígenas, a quienes se les enseñaría el español y se los prepararía como intérpretes. Uno de ellos fue bautizado con el nombre de Felipe o “Felipillo”, quien acompañaría a Pizarro en casi todo su trayecto de asedio.
El interprete Guancavilca, conocido por todos los historiadores como Felipe o “Felipillo”, fue un nativo peruano que nació en la Isla de Puna, aprendió quechua en tumbes de los nativos que lo hablaban como una segunda lengua, aprendió español de los soldados de Pizarro y finalmente acompañó en varias expediciones al Perú a Francisco Pizarro y Diego de Almagro. “El no pertenecía a ningún linaje cusqueño, era “miembro de un etnia norcosteña, la de los Guancavilca, nada lo ataba a los incas, que más bien habían atacado a su pueblo”. (Del Busto, pág. 307)
Francisco Pizarro decidió llevarlo a Panamá, para seguir educándolo en la perfección del idioma, y al retornar al Perú, Felipillo siguió sirviendo como traductor para los españoles; aunque, la mayoría de historiadores coinciden en que la interpretación proporcionada por Felipillo estaba lejos de ser fiel, o incluso útil para los españoles. Del Busto en su obra “La hueste perulera” sostiene que “… durante el transcurso de todas las campañas españolas, fue surgiendo en él la convicción de lo nefasto de la nueva dominación” (Del Busto, pág. 307)
“Esta toma de conciencia lo llevaría a actuar, en un primer intento, cuando Almagro se encontraba en Quito y en eminente enfrentamiento con Alvarado. El plan consistía en atacar cuando ambos bandos se enfrentasen, de tal modo que quiteños y guatemalas caerían sobre los hispanos y los aniquilarían. Fatalmente el proyecto de conato fracasó y Felipillo fue perdonado por Almagro, porque aún era útil para los planes de conquista; pero el caique que había apoyado la subversión fue ejecutado”. (Sarmiento, 1997, pág. 58)
Sin embargo, el abuso de los españoles era irremediable, porque Felipillo era testigo presencial del gran apoyo que los españoles recibían de las diferentes etnias que los acompañaban. Es así, como Felipillo al convivir en demasía, descubre que estos personajes no eran ni dioses ni libertadores y por ende persistía en su concepción e idea de finalizar con estos barbudos.
En otro incidente, Felipillo traicionó a Almagro durante su expedición a Chile, diciendo en secreto a los nativos que los españoles sólo querían su oro, y les instó a atacarlos y huir. Algunos mencionan que Almagro, al enterarse de los motivos de la traición de Felipillo y su confesión sobre el malinterpretado mensaje de Pizarro a Atahualpa, ordenó a sus soldados capturar a Felipillo y descuartizó su cuerpo arrastrándolo con caballos delante del Curaca (jefe tribal) de la región. José Antonio del Busto afirma que “Almagro designó al Capitán Martín Monje para perseguir y traer prisionero al lengua tallán que había huido hacia la sierra. Conducido al campamento fue ejecutado por descuartizamiento. Almagro le hizo cuartos –anota Betanzos- porque se huyó y levantó a los indios de Chile. Así muere Felipe o “Felipillo” en la tierra de Caupolicán”.

EL ACTUAL FELIPILLO MODERNO:

martes, 10 de noviembre de 2009

LO QUE NO NOS CONTARON EN LA ESCUELA

Sacrificios humanos en el antiguo Perú

Aunque el Inca Garcilaso, interesado en que el mundo tuviera solo una visión idílica del Incario, no los mencione, está bien comprobado que en el antiguo Perú se hacían sacrificios rituales de personas, particularmente de niños, aunque no fuera una práctica constante como algunos malintencionadamente han afirmado. El testimonio reiterado del resto de los cronistas, así como las momias halladas en las cimas de los Andes lo confirman. Bajo el Incario se conocía con el nombre de CAPACCOCHA la fiesta donde se hacían sacrificios de niños.

En la Enciclopedia Ilustrada del Perú de Alberto Tauro del Pino, se describe la Capaccocha, pero por ningún lado se alude a los sacrificios humanos ¿por qué el silencio? Leamos lo que dice al respecto Luis E. Valcarcel (Historia del Perú Antiguo, Tomo III):

“Dice el padre Ramos Gavilán que en negocios graves y de importancia usaron casi en todo el Perú y en particular en el Cusco y en Titicaca el sacrificio de niños cuya edad fluctuaba entre los 6 a los 12 años. En particular se realizaban en caso de enfermedad del Inca o cuando iba a la guerra o para que consiguiese victoria o cuando se coronaba. En las fiestas principales del sol y de la luna el sacrificio era de 200 niños en diversos adoratorios señalados. El procedimiento era ahogarlos, después de haberles dado muy bien de comer y de beber y llenándoles la boca con coca molida, deteniéndoles la respiración; otras veces los degollaban y con su sangre se teñían el rostro. Eran enterrados con muchas ceremonias y con ellos los vasos con que les habían dado de beber y por esta causa en algunas sepulturas antiguas se suelen hallar algunos de madera o queros y de plata o aquillas. Otro procedimiento empleado consistía en que los sacerdotes ponían a la víctima sobre una losa grande con el rostro mirando al sol y, estirándole el cuello, ponían sobre él una teja o piedra lisa algo ancha y con otra le daban encima rudos golpes que le quitaban rápidamente la vida, y así muertos los dejaban dentro de la misma huaca”.

Como es de suponer, la dominación hispánica no pudo desterrar de forma definitiva este y otros rituales antiguos practicados por los curacas, pese a la severa prohibición que se impuso y a las amenazas de los doctrineros católicos contra quienes persistían en sus “prácticas diabólicas”:

“Cuenta Ramos Gavilán que un español llamado Pedro Franco, buscando unas minas, en el distrito de Sicasica, Corregimiento de Caracollo, allá por el año de 1598, llegó a un lugar donde había algunas tumbas de los gentiles y entre ellas una que era mayor que las demás, y habiéndose acercado oyó no sin sorpresa que salía de ella un quejido lastimero, y acercándose más comprobó que el gemido iba en aumento y que correspondía a un ser humano. Como la tumba estaba tapiada hizo uso de una barreta para abrirla y halló dentro con enorme sorpresa una hermosísima niña de edad de 10 años que se encontraba casi moribunda, porque según lo declaró después hacía 3 ó 4 días que la habían enterrado los curacas de Sicasica, en sacrificio a sus dioses. Concluye la historia asegurando que la muchacha así salvada vivió mucho tiempo y que la versión que se relata era muy conocida en la comarca” (Valcárcel).

Canibalismo en la época Pre Inca

“Cuando llegaron los españoles al Perú, en el s. XVI, en el ámbito del Imperio de los Incas estaban excluidas las prácticas canibalísticas. Ellas estaban vigentes, en cambio, en casi todo el entorno. Al norte de la tierra de los Pastos, en Colombia, el canibalismo era generalizado y también era una práctica establecida entre los Tupinambá del oriente de Brasil y hay indicios que subsistía vestigialmente entre los araucanos del sur. En las leyendas de Huarochirí, se cuenta que el dios Pariacaca, al saber de las costumbres antropofágicas del dios Wallallo Carhuincho, decidió castigar sus malos hábitos expulsándolo a la tierra de los Huancas adonde debía ir a comer perros. Todo eso fijó la idea de que en el antiguo Perú la antropofagia no existió nunca y, cuando, en 1905, Max Uhle encontró las primeras evidencias de esas prácticas entre los primitivos pescadores de Supe, hubo una gran resistencia a aceptarlas y se buscaron argumentos para indicar que Uhle había mal interpretado la información. Muchos años después, ya en la segunda mitad del s. XX, como resultado del interés en examinar con detalle los huesos desechados en los basurales arqueológicos, se fue hallando suficientes evidencias como para confirmar que Uhle no estuvo equivocado. En todos los sitios de la época Chavín, y en todos los de los períodos precedentes, desde cuando se definió la vida basada en la agricultura, en el precerámico o Arcaico Tardío, aparecen restos de seres humanos que fueron comidos por sus semejantes. Eso indica que, escenas como las que aparecen en los muros de Cerro Sechín no eran sólo una referencia a la guerra, pero seguramente también a lo que seguía luego, con la canibalización de los vencidos, tal como ocurría en las guerras que presenciaron los españoles en el valle del Cauca, en Colombia. En Chavín, en la Galería de las Ofrendas, junto con los presentes de comida de venados, camélidos, aves y peces, en platos suntuosos había también "presas" de cuerpos humanos de diversas edades; un cálculo no definitivo induce a pensar en al menos 21 personas distintas. Habían sido muertos más humanos que venados o cuyes, aunque eran más los potajes con carnes de alpacas o llamas. Los huesos humanos habían sido cortados, cocidos o asados al igual que las presas de los otros animales. No tenemos noticias específicas aun sobre las formas y circunstancias de estas prácticas de canibalismo, pero sí sabemos que estaban generalizadas en la época de Chavín y que duraron cuando menos hasta la época de los Mochicas en la costa norte del Perú. Durante y después del llamado Horizonte Medio, hacia el s. VI d.C., no aparecen ya restos de este tipo; y, de hecho parece que ya habían sido erradicadas en tiempo de los Incas”.

http://chavin.perucultural.org.pe/antropofagia.shtml

Huacos eróticos censurados

Marco Aurelio Denegri refirió una vez que una persona de entera credibilidad le contó haber sido testigo de cómo la distinguida arqueóloga peruana Rebeca Carrión Cachot (1907-1960), destruía una cerámica preinca que representaba la cópula de un hombre con una llama, calificándola de “depravación”. Lo curioso es que actualmente no existe ningún huaco que represente una escena como esa (pese a la diversidad de las prácticas amatorias que reflejan los huacos eróticos conservados), lo que nos hace pensar que la labor de los “moralistas” ha debido de ser muy eficiente. Pero Kauffmann Doig cree que la zooeroastia o bestialismo no debió estar muy extendido entre los antiguos peruanos; sabemos por ejemplo que bajo el Incario los que hacían tales prácticas eran tratados como indeseables.

Denegri ha destacado también el hecho que para algunos estudiosos ceñidos bajo los cánones de la moral cristiana les es incomprensible que en algunas sepulturas de niños se encontraran huacos eróticos. Sin duda son las consecuencias de querer interpretar los sucesos y costumbres del pasado con mentalidad moderna.

Sodomía entre los antiguos peruanos

Sabemos que la homosexualidad era muy repudiada en el Incario, a tal punto de ser perseguida y castigada. Sin embargo, su práctica se conservó en algunos puntos del imperio, aunque solo en el marco de ceremonias religiosas que tenían raigambre preinca. Se mencionan al respecto los adoratorios situados en Chincha y el Callejón de Conchucos, por poner unos ejemplos. Al menos eso es lo que nos da a entender la información que el cronista Pedro Cieza de León Cieza ha dejado en su libro "La Crónica del Perú", el cual dice citando al padre Domingo de Santo Tomás:

"Verdad es que generalmente entre los serranos y yungas ha introducido el demonio este vicio debajo de especie de santidad, y es que cada templo o adoratorio principal tiene un hombre o dos o más, según es el ídolo, los cuales andan vestidos como mujeres desde el tiempo que eran niños, y hablaban como tales, y en su manera, traje y todo lo demás remedaban a las mujeres. Como éstos, casi como por vía de santidad y religión, tienen las fiestas y días principales su ayuntamiento carnal y torpe, especialmente los señores y principales. Esto sé porque he castigado a dos: el uno de los indios de la sierra, que estaba para este efecto en un templo, que ellos llaman guaca, de la provincia de los Conchucos, término de la ciudad de Huanuco; el otro era en la provincia de Chincha; indios de su majestad, a los cuales hablándoles yo sobre esta maldad que cometían, y agravándoles la fealdad del pecado, me respondieron que ellos no tenían culpa, porque desde el tiempo de su niñez los habían puesto allí sus caciques para usar con ellos este maldito y nefando vicio y para ser sacerdotes y guarda de los templos de sus ídolos. De esa manera que lo que les saqué de aquí es que estaba el demonio tan señoreado en esta tierra que, no contentándose con hacerlos caer en pecado tan enorme, les hacía entender que el tal vicio era especie de santidad y religión, para tenerlos más sujetos." (Capítulo LXIV).

Asimismo, Garcilaso en sus "Comentarios Reales" admite que en ciertas etnias se practicaba la sodomía religiosa o ritual: "Hubo sodomitas en algunas provincias, aunque no muy al descubierto, sino algunos particulares y en secreto".

Prostitución bajo el Imperio Inca

“La prostitución parece haber estado oficialmente permitida (bajo el Incario), aunque se desconoce aun su extensión temporal. Las meretrices eran conocidas con el nombre de pampahuarmi y ejercían su oficio en los extramuros. Para que se dé prostitución es necesaria una recompensa a cambio de un favor sexual. Comoquiera que no circulaba el dinero, el favor debió ser retribuido en el marco del trueque, mediante algún objeto o comestibles. Lorenzo de Sain-Cricq (Marcoy 1869) documentó en el siglo pasado (siglo XIX) un caso de prostitución en el sur del país, donde la palabra pampahuarmi, mencionada por Domingo de Santo Tomás (1560) en su acepción de meretriz, sobrevivía; pervive todavía en la actualidad. Llama la atención que hubiera prostitución en una sociedad de preceptos tan rígidos como la del Incario”. Historia y Arte del Perú Antiguo. Tomo 5. Federico Kauffmann Doig.

SACRIFICIOS O MITOS



LOS ANTIGUOS PERUANOS
SACRIFICIOS DE NIÑOS EN EL ANTIGUO PERÚ

La gente que estudiaron la historia del Perú en las escuelas de hace 40 años recordaran sin duda que los textos escolares enseñaban que los antiguos peruanos desconocían los sacrificios humanos con fines rituales, es más, se decía que los Moche sólo sacrificaban animales, al igual que los incas. Actualmente, si bien semejante mentira ha sido ya desterrada de los manuales de historia, sin embargo, ocurre algo que es de igual lamentable: que se silencie sobre este tema, quizás bajo la idea equívoca de solo enseñar a los jóvenes “cosas constructivas”. Tampoco he encontrado en la red páginas confiables referentes a los sacrificios humanos que hacían los incas, y por ello, a fin de que se conozca con más detalle estos hechos, paso a copiar el siguiente texto.

LA CAPACCOCHA ó CÁPAC UCHA


Cada cuatro años, y algunas veces cada siete, se hacía el gran sacrificio llamado Capaccocha, el cual era general en todo el Imperio. De las cuatro partes del mundo (Collasuyu, Chinchaysuyu, Antisuyu y Contisuyu) y de cada pueblo salía una comitiva encabezada por los sacerdotes locales que se dirigía al Cusco llevando en procesión a sus ídolos (llamados huacas); junto con ellos llevaban a niños o niñas de 10 años de edad, escogidos de entre los de mayor belleza y perfección, además de ropa, ganado, plumería, pequeños costales de coca, molido de conchas marinas y figurillas de oro y plata representando llamas, en calidad de ofrendas que hacía el pueblo. Los ídolos eran alojados en un recinto del Coricancha o templo principal del Cuzco, y después salían en procesión solemne a la plaza de Huacaypata, donde en presencia del Inca, se preguntaba a los ídolos si el año sería próspero o no, si el inca tendría larga vida o se moriría y si se levantarían enemigos, si habría peste entre la gente y el ganado. Respondían los sacerdotes, en nombre del ídolo que tenían a su cargo, dando respuestas tranquilizadoras. Luego el Inca hacía dividir las ofrendas en cuatro partes, una para cada uno de los suyos, y después de hecha la distribución, les decía: “vosotros, tomad cada uno su parte de esas ofrendas y sacrificios y llevadla a la principal huaca vuestra y allí sacrificadla”. Y los sacerdotes regresaban a sus lugares de origen y sacrificaban a los niños, que eran ahogados y enterradas junto con las piezas de oro y de plata; el resto de las ofrendas eran quemadas. En el Cusco y dentro del marco de dicha festividad también se sacrificaban niños en honor al Hacedor (Ticci Wiracocha), a quien rogaban diese al Inca larga vida y salud y victoria contra sus enemigos; que durante su gobierno estuviesen sujetas todas las naciones y que viviesen en paz, multiplicándose y que tuvieran abundantes comidas. Después de esta oración, ahogaban a las criaturas, dándoles primero de comer y beber, diciendo que no llegasen donde el Hacedor con descontento y hambre. Extraían los corazones y los ofrecían a la huaca cuyo rostro era untado con su sangre. Los cuerpos de las víctimas junto con las ofrendas y demás sacrificios eran enterrados en Chuquicancha, un pequeño cerro que está encima de San Sebastián, a media legua del Cusco. Luego procedían a hacer otros sacrificios al Sol, al Trueno, a la Luna y a la Tierra. Los últimos sacrificios se realizaban en el cerro de Huanacauri, a la huaca de ese nombre, con procedimientos semejantes y oraciones con un contenido similar. Dice el cronista que relata todo esto (Cristóbal de Molina) que era tantos los lugares que tenían dedicados para sacrificios en el Cusco que sería mucha prolijidad mencionarlos. La capaccocha daba lugar a festejos con taquis o cánticos jubilosos y el Inca ofrecía al pueblo comida y bebida en abundancia.
Una de las tres momias incas conocidas como los "Niños de Llullaillaco", descubiertas en 1999 en la cima de un volcán de Argentina. Fueron sacrificados como parte del ritual de la Capaccocha.


Por su parte Hernández Príncipe (fines del siglo XVI) hizo la siguiente descripción del Capaccocha, dándonos mayores detalles sobre los sacrificios humanos:

Se celebraba cada cuatro años y se cogía cuatro niñas de edad de 10 a 12 años sin mancha ni arruga, de belleza excepcional, hijas de gente importante, y a falta de ellas de la gente común; las cuatro eran llevadas al Cusco y representaban a los cuatro suyus, todas salían a un mismo tiempo y cuando iban por los caminos salían a su encuentro los pobladores de cada comunidad, llevando en procesión a sus huacas; las niñas destinadas a la Capacocha eran conducidas con la huaca principal de su tierra y con sus curacas y servidores, entraban al Cusco poco antes de celebrarse las fiestas del Inti Raymi; y salían a recibirlas los vecinos de dicha capital. El inca y los de su Consejo se habían ya confesado y lavándose en el río Apurímac. Entraban las jóvenes al Aucaypata (Huacaypata, plaza principal del Cusco), donde ya se encontraba sentado el Inca en su escaño de oro y junto a él por su orden las estatuas del Sol, y del Trueno y los cuerpos momificados de los Incas, interviniendo los sacerdotes que dirigían el rito: daban dos vueltas por la plaza, haciendo venias a las estatuas y al Inca, el cual, con semblante alegre, las saludaba, y dirigiéndose hacia el Sol, en “términos oscuros”, daba a entender que ofrecía a las electas y le rogaba las aceptase. Brindaba en seguida en dos aquillas de oro, derramando el líquido que debía beber el sol de uno de los vasos. El Inca aparecía rodeado de las pallas. El propio monarca “se refregaba entonces el cuerpo con estas muchachas (...) por participar su deidad” y el Sacerdote Mayor del Sol degollaba una llama blanca y con su sangre hacía asperje a la masa de harina de maíz blanco que llaman zancu y comulgaba el Inca y los de su Consejo, diciendo primero: “ninguno que estuviera en pecado sea osado de comer de este Yaguar-sancu porque será para su daño y condenación”. Repartía la carne de llama sacrificada en cantidades mínimas, como si fueran reliquias y convidaba a las electas. La fiesta duraba muchos días, siendo sacrificadas 100,000 llamas (!).

Las jóvenes que debían ser sacrificadas en el Cusco eran conducidas a Huanacauri o la casa del Sol, y después de adormecerlas se las bajaba al fondo de una especie de cisterna sin agua, en cuyo fondo, a un lado se había hecho un depósito, en el cual la víctima era emparedada viva. Las demás eran enviadas por el Inca a sus lugares de origen, en los que les aguardaba idéntica suerte. Los padres recibían, en compensación, especiales privilegios, sobre todo dándoles autoridad y nombrando sacerdotes encargados de las ceremonias anuales que debían celebrarse; servía esta Capacocha de guardia y custodia de toda la provincia.

Hernández Príncipe nos ha transmitido también el relato sobre uno de esos cultos de provincias que se realizaba en torno a las víctimas del Capaccocha. El pueblo donde recogió tal relato era Aija, a dos y media leguas de Ocros; la muchacha sacrificada se llamaba Tanta Carhua, hija del Cacique Poma, y por su sacrificio su padre consiguió del Inca el asiento y señorío de Curaca de Aija.

Tanta Carhua tenía diez años cuando fue llevada al Cusco y allí le hicieron muchas fiestas, y a su regreso continuaron haciéndolas; pero ella protestaba diciendo que era bastante con las que ya le habían hecho en la capital del Imperio. Lleváronla entonces a un cerro alto, a una legua de Aija, en que rematan las tierras del inca, y hecho su depósito la bajaron a él y la emparedaron viva. Cuenta Hernández Príncipe que, informado de todo esto fue al mismo lugar, donde hizo que cavaron un pozo hasta de tres estados de fondo, y allí encontraron el terreno bien nivelado y en el remate hecho un depósito a modo de alacena, donde estaba muy sentada al modo antiguo Tanta Carhua, con muchas alhajas, topus y dijes de plata que el Inca le había regalado y muchos cantarillos y ollitas. Su cuerpo estaba ya deshecho y su finísima ropa esgamosada que apenas podía tocarse. Los ancianos refieren que cuando se sentían enfermos o tenían alguna necesidad de socorro, venían a este sitio acompañando a los magos, quienes “asimilándose” a la Tanta Carhua les respondían, con voz femenina, lo que debían hacer en cada caso. Era, pues, un verdadero culto el que le rendían las gentes de su ayllu de Urcon, desde los cerros vecinos, pues era de difícil acceso el lugar mismo donde se encontraba Tanta Carhua. El último curaca, hijo de Cacique Poma y por consiguiente hermano de Tanta Carhua, fue Cóndor Capcha.

Fuente: Luis E. Valcarcel, “Historia del Perú Antiguo”.

lunes, 9 de noviembre de 2009

DESCUBRIMIENTO DE MACHU PICCHU


Revelan que un alemán y no Bingham, descubrió Machu Picchu


Cuando todos pensaban que Hiram Bingham, un académico estadounidense de la Universidad de Yale, fue el primer extranjero en hallar las ruinas del Machu Picchu, en Perú en el año 1920, todo apunta a que esa versión no es cierta sino que un súbdito alemán, Augusto R.Berns, lo hizo antes, precisamente en el año 1860.
Según la revista The Time de Inglaterra, Berns "expolió" Machu Picchu con apoyo del Gobierno peruano, que habría recibido un suculento 10 por ciento de lo obtenido por el alemán.

Se considera que Bingham lo descubrió en 1910, y se llevó miles de objetos de la ciudad perdida de los incas, entre ellos, momias, cerámicas y huesos de este misterioso emplazamiento civil y religioso.

Sin embargo, los documentos y mapas estudiados por Paolo Greer, un investigador y explorador estadounidense independiente, han aportado evidencias de que un aventurero alemán llamado Augusto R.Berns ya había estado allí al final de la década de los 60 del siglo XIX.

Berns habría expoliado el lugar a sus anchas y sólo habría tenido que conceder un 10 por ciento de beneficio al Gobierno peruano a cambio de su complicidad, según asegura Greer después de haber estudiado en profundidad el asunto.

Si la teoría de Greer es correcta, en 1911 Bingham sólo se llevó del Machu Picchu los despojos que no quiso Berns 40 años antes, con lo que los más ricos tesoros de la ciudad de los incas habrían sido vendidos a compradores que se desconocen a día de hoy.

Las investigaciones de Greer han sido corroboradas por el Instituto Francés de Estudios Andinos, que asegura que Berns tenía un permiso del Gobierno peruano para "explotar una huaca inca, o un lugar sagrado inca", lo que lleva a pensar que ese lugar sagrado era el Machu Picchu.

Greer se basa, entre otras cosas, en un panfleto de 1887 escrito por el propio Berns en el que se promociona una compañía para explotar una huaca inca y en el que el aventurero alemán hace una descripción de lo que se cree es el Machu Picchu.

De hecho, el propio Bingham podría haber tenido conocimiento de las exploraciones de Berns, toda vez que en su libro sobre los incas, asegura que "con la posible excepción de algún que otro prospector minero, nadie en Cuzco ha visto las ruinas de Machu Picchu o aprecia su importancia"; ese 'prospector minero' al que se refiere, podría ser su antecesor, el alemán que expolió el templo inca décadas antes que él.

BIBLIOTECAS DE CAJAMARCA

Primeras bibliotecas en Cajamarca

Definir el término “Biblioteca”, es muy amplio para empezar. Sin embargo, podemos aseverar a grandes rasgos, que proporciona acceso al conocimiento, la información y las obras de creación gracias a una serie de recursos y servicios y está a disposición de todos los miembros de la comunidad por igual, sean cuales fueren su raza, nacionalidad, edad, sexo, religión, idioma, discapacidad, condición económica, laboral y nivel de instrucción.
Según estudios legados por nuestros antepasados, informan, que en la bella ciudad del Cumbe, las primeras bibliotecas que se formaron pertenecieron a los conventos y colegios.
No se sabe exactamente cuándo ni como se creó la biblioteca del monasterio de las monjas. Lo cierto es que las leyes de la Orden franciscana siempre se preocuparon de “que en todo convento haya una pequeña biblioteca para las necesidades y estudios de religiosos. (RAVINES, 2003. Pág. 9)
Esto, nos permite creer, que las religiosas tuvieron bajo su poder alguna colección de libros, que fueron de uso personal y en su mayoría donados por algunos benefactores al monasterio.
El eclesiástico Miguel Solano (1778-1836), poseía a mediados del S. XIX, una de la más notable biblioteca privada de Cajamarca. Al morir dejó 468 volúmenes de diferentes áreas, así como: derecho canónico, historia local y universal, de carácter político, económico y científico predominante en su época, literatura y no podría faltar algunos ejemplares de la biblia, breviarios, rituales, novenas, catecismos, vidas de santos entre otros.
“La Biblioteca Popular”, se establece el 28 de julio de 1891, siendo auspiciado incondicionalmente por la filantrópica sociedad Amantes del Progreso -Vicente Pita Barrantes era presidente- y con la cooperación permanente de reconocidos e ilustrados personajes de Cajamarca.
Según el acta de instalación que fue firmada por el coronel Vargas, por le tesorero Luis F. Bustamante y por Vicente Pita, quedo establecido que la biblioteca llevará el nombre de: “Biblioteca Popular de Cajamarca”, bajo la dirección de Vicente Pita Barrantes, acordándose, así mismo, que la Junta Departamental le subvencionaría la suma de cien soles anuales para su sostenimiento. (RAVINES, 2003. Pág. 13)
El local asignado para el funcionamiento de esta biblioteca, fue un ambiente de la Prefectura, posteriormente la trasladaron al lugar denominado “Mirador” del Colegio San Ramón, desempeñándose en ese tiempo como secretario Vicente Pita, quien buscó donación de libros en instituciones nacionales, locales y personales.
En efecto, la “Biblioteca Popular”, fue la base para la creación de la actual Biblioteca Municipal “José Gálvez”. Tristán Ravines en “Bibliotecas de Cajamarca” indica, “La ley 4506 de 24 de marzo de 1920 estableció bibliotecas populares en todas las capitales de provincias bajo la dirección inmediata de los respectivos concejos provinciales”. El concejo en su interior, debería designar una habitación debidamente arreglada para el funcionamiento de la biblioteca.
Sin embargo, la ley 4506 no se llegó a concretar y por ende la ciudad de Cajamarca se quedó sin el centro cultural de esta categoría, hasta 1929, donde el alcalde municipal Alejandro Ortiz Pérez, cedió una tienda del mercado La Merced para el funcionamiento de la biblioteca. Ante la gran concurrencia de lectores e incremento de libros (2 años), tuvieron que trasladarla a una tienda del jirón Junín, lugar que a la postre, tampoco resultó adecuado. Después de 6 años transcurridos y comprendiendo las necesidades de adelanto cultural, don José Leoncio Alva Plasencia, por iniciativa propia, el 28 de junio de 1937 solicitó y obtuvo que la Junta de Obras Pro-Desocupados, que por entonces existía y de la cual era miembro, utilice sus recursos propios y habilite uno de los compartimientos de la municipalidad para biblioteca. De esta forma, el domingo 30 de octubre de 1938, se inauguró el nuevo local en la calle Cajamarca, hoy Cruz de Piedra con el nombre de Biblioteca Municipal “José Gálvez” y actualmente funciona en el pasaje Atahualpa.
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Biblioteca del Monasterio de la Inmaculada Concepción. Por Real Cédula dada en Buen Retiro, el 29 de junio de 1743, se concedió licencia al proyecto aprobado por el Consejo de Indias, el 20 de octubre de 1742, para el establecimiento de un “convento de monjas Claras con el título y vocación de Concebidas” en la ciudad de Cajamarca. (VARGAS UGARTE, 1938. Pág. 272)
Cura de San Antonio y vicario de la provincia de Cajamarca, conocido por ser tenaz defensor de los indígenas contra el despotismo de las autoridades locales.
Publicado en Marzo 24, 2009